La industria detendrá su caída en el segundo semestre de 2020


La industria detendrá su caída en el segundo semestre de 2020

La industria detendrá su caída en el segundo semestre de 2020

Martín Redrado
Director de Fundación Capital

Con diecisiete meses consecutivos de descensos interanuales, la industria se presenta como uno de los sectores más rezagados de la actividad económica. En particular, la caída de la demanda interna (masa salarial -8,2% estimado 2019), el elevado costo de financiamiento, la volatilidad cambiaria y la baja en la actividad industrial de Brasil (-0,7% estimado 2019) han generado uno de los mayores retrocesos en el sector. Desde Fundación Capital, estimamos que la actividad industrial finalice el año con una caída del 7,4% i.a., comenzando a recuperarse levemente hacia mediados del año entrante. La industria exhibió una baja del 7,8% i.a. en el período enero-septiembre, si bien la heterogeneidad sectorial prevalece. En efecto, los rubros vinculados al agro mantienen una evolución favorable, con sectores como carne vacuna, vino y molienda de oleaginosas expandiéndose un 1,7% i.a., 5,3% i.a. y 12,6% i.a., respectivamente en el período. Por su parte, aquellas industrias destinadas mayormente al mercado interno continúan en terreno negativo. Tal es el caso de muebles y colchones (-15,1% i.a.), vehículos automotores (-23,1% i.a.), y productos textiles (-10,6% i.a.), entre otros. El índice de utilización de la capacidad instalada también marca el delicado momento de la actividad industrial. En efecto, promedió un 59,2% en el período enero-septiembre, el peor registro de la serie que inicia en 2016. Sin embargo, esta elevada capacidad ociosa podría permitir, ante un aumento de la demanda, un crecimiento del sector industrial sin la necesidad de realizar nuevas inversiones. En la misma línea, la industria exhibió la peor dinámica en el mercado laboral, donde en septiembre el empleo se contrajo un 4,5% i.a., tras más de tres años y medio de caídas. Además, para el último trimestre las expectativas netas de empleo continúan marcadamente negativas, con un 6,8% de las firmas previendo aumentar su dotación, mientras un 35,9% estima reducirla. Hacia delante, algunos factores comenzarían a impulsar la producción industrial. En primer lugar, la actividad manufacturera brasilera mostró un repunte en septiembre (1,1% i.a. vs. -1,7% i.a. acum. hasta agosto) y continuaría en terreno positivo en el último cuarto del año. Cabe destacar que más de un tercio de las exportaciones locales de manufacturas industriales (MOI) tienen como destino al país vecino, pudiendo significar un cambio de tendencia para nuestros envíos. En efecto, en el mes de octubre las ventas de material de transporte a Brasil mostraron una reversión (11,3% i.a.) si bien en el acumulado del año continúan en terreno negativo (-9,4% i.a. en el acumulado a octubre). Asimismo, una intensificación de la recuperación de la industria vecina en 2020 (+2,3% i.a. estimado) traccionaría los envíos de MOI al país vecino (+6,3% i.a. estimado). No obstante, habrá que monitorear el avance de la relación bilateral ante las tensiones políticas. Brasil ha manifestado su voluntad de modificar los aranceles externos comunes, con una rebaja del orden del 50%, e iniciar un camino de mayor liberalización del comercio que aumentará la competencia en el mercado vecino para los productos argentinos. El segundo de los determinantes fundamentales es el mercado interno. Al respecto, desde una frágil situación del mercado laboral, se proyecta una ligera mejora del salario real hacia el segundo semestre (+1,6% i.a. IIS-20) pudiendo motorizar a las industrias vinculadas al consumo masivo. Finalmente, habrá que monitorear la posible vuelta de las líneas de financiamiento productivo para empresas, propuesta por las nuevas autoridades. Además, las menores tasas de interés previstas y programas de financiamiento al consumo como Ahora 12, podría potenciar la compra de bienes como automóviles, indumentaria y muebles. En definitiva, el sector industrial finalizará el año con una contracción del 21% respecto al nivel de 2011. De esta forma, la muy baja base de comparación también colaborará con el tibio rebote de la actividad manufacturera hacia la segunda mitad del 2020. Desde Fundación Capital estimamos que el próximo año finalice con una caída del 1%, con un primer semestre de retroceso (-2,6% i.a.) y una lenta mejora (+0,6% i.a.) hacia la segunda parte del año, en línea con la posible recuperación de la masa salarial y el aporte de la industria de Brasil.

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