Sin espacio para la timidez de medidas económicas, en tiempos de Coronavirus


Sin espacio para la timidez de medidas económicas, en tiempos de Coronavirus

Sin espacio para la timidez de medidas económicas, en tiempos de Coronavirus

Martín Redrado – Director de Fundación Capital

No hay lugar para la timidez, sin que ello implique una toma de decisiones irresponsables. A la celeridad en medidas sanitarias, se le sucedió una demora en medidas económicas que, si bien en la dirección correcta, frente a la magnitud de la recesión que se avecina, surge la duda si serán suficientes. No sólo la política monetaria debe ser muy expansiva en este contexto, sino también de rápida implementación para la asistencia a los diferentes sectores, regiones económicas y a la población con mayores necesidades. El Banco Central debe poner la red de contención para los trabajadores formales e informales, sector productivo y provincias.

Recientemente se decretaron tres medidas de alcance distinto: se creó un fondo de $30.000 millones, de afectación específica del Fogar (Fondo de Garantía Argentino) para otorgar garantías de préstamos a MiPyMEs (Decreto 326/20); se prohibieron los despidos y suspensiones sin justa causa por un plazo de 60 días (Decreto 329/20); y se creó el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (Decreto 332/20). Estas medidas dan frente a la necesidad de salvaguardar la cadena de pagos y las dificultades de algunas firmas para desembolsar los sueldos de marzo, en un marco en que el parate de la actividad está haciendo mella en muchas empresas (en particular las más pequeñas). De acuerdo con una reciente encuesta realizada por la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA) a casi 2.000 PyMEs del AMBA, el 81,3% de las empresas relevadas verificó una caída de más del 75% en su actividad económica, el 50% afirmó estar en condiciones de subsistir menos de un mes, mientras que otro 30% no podría aguantar más allá de abril.

La primera de las medidas antes mencionada complementa a la de hace unos días respecto al fomento de préstamos a MiPyMEs vía incentivos mediante reducción de requerimientos de encajes. En esta dirección, el margen de acción de este fondo está acotado al éxito de esta otra medida, en un marco en que por el momento sólo los bancos públicos estaban ofreciendo los préstamos al 24% n.a.

El ratio de liquidez de los bancos (efectivo en entidades y depósitos en cuenta corriente del BCRA como porcentaje de depósitos en pesos) subió del 28% el 18 de marzo al 35,7% al último día del mes. Este comportamiento de las entidades se explica como preparación frente a una dinámica que ya comienza a observarse, y que sin duda se intensificará con el correr de los días, que es la necesidad por parte de las empresas de acceder a mayor financiamiento para enfrentar sus obligaciones. En efecto, en las últimas seis jornadas hábiles del mes de marzo se verificó un incremento del 18,2% en el stock de adelantos en cuenta corriente y del 9,2% en los documentos a sola firma, donde se encontrarían las mencionadas líneas a MiPyMEs.

Por su parte, el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción consiste en una postergación o reducción del pago de contribuciones patronales y/o una asignación compensatoria al salario por un máximo del valor del Salario Mínimo ($ 16.875), que será financiado en principio por ANSES, buscando darle aire financiero principalmente a las pequeñas empresas para que puedan mantener su nómina salarial. No obstante, debe resaltarse que para acceder hay que presentar cierta documentación, cuestión que podría demandar tiempo en la práctica y hacerse dificultoso para algunas firmas. Según nuestras estimaciones, esto podría implicar un rojo para las arcas fiscales de 0,16% del producto, lo que sumado a las medidas de la semana pasada implicaría en total un costo para el fisco en torno al 0,4% del PBI.

Frente a la falta de acceso al crédito y un rojo fiscal que tiende a acrecentarse, la asistencia al Tesoro por parte del Banco Central surge como la única alternativa, más allá de algunas líneas de crédito de organismos internacionales, como el acceso a la cuota adicional de DEGs con el FMI (en torno a u$s 2.500 millones) o los préstamos de emergencia del Banco Mundial (u$s 35 millones para fortalecer los sistemas de salud y combatir la pandemia).

En este contexto, los adelantos transitorios al Tesoro por parte del Banco Central acumularon $ 125.000 millones en marzo, mientras que se transfirieron utilidades por $ 80.000 millones. De este modo, la asistencia al Gobierno nacional totalizó $ 312.000 millones en el primer trimestre del año, lo que anualizado equivale a un 5% del PBI del trimestre y un 72,8% de la base monetaria. Vale destacar que estos montos se observaron en meses con gasto público estacionalmente bajo y moderados pagos de deuda en pesos, mientras que los próximos dos meses la situación se muestra más desafiante. En este sentido, en marzo la recaudación verificó un descenso del 8,7% i.a. en términos reales. Dado que es de esperar que esta dinámica de los recursos tributarios se intensifique en abril, producto de la caída en la actividad económica y las reducciones de cargas fiscales que anunció el gobierno, el Tesoro deberá recurrir cada vez más a estas transferencias del BCRA. Está claro que las necesidades financieras del Tesoro en el corto plazo son abultadas. Sólo en los próximos tres meses hay vencimientos de deuda en pesos con el sector privado por $ 355.000 millones, aunque las necesidades finales dependerán de la capacidad de renovar estos vencimientos y de la profundidad del rojo primario en estos meses.

Más allá de la dinámica que se advertirá en el balance del Banco Central, las autoridades deben resguardar al sistema financiero, cuyo balance se encuentra sano. No sólo el BCRA tendrá que asistir al Tesoro Nacional, también es quien rápidamente puede implementar préstamos al sector privado, a través del sistema financiero, que tiene la capacidad de distribución y seguimiento, pero que tiene una reglamentación de otorgamiento de créditos demasiado lenta para este tiempo de Coronavirus. Para actuar en este otro frente dando adelantos, habría que modificar la Carta Orgánica (artículo 17) del BCRA, siendo un DNU lo más ejecutivo, habida cuenta de la emergencia actual.

Las autoridades no deben ser ni temerarias, ni tímidas en la presente situación. Así, se observa un avance rápido en temas de salud, pero rezago en el accionar de medidas económicas, donde debe tenerse especial cuidado en ser demasiado gradual o tímido en las mismas. Frente a una caída en la actividad en el año que podría ubicarse entre el 4% y el 6%, las medidas fiscales por el momento anunciadas lucen de poco alcance.

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